Traducido por Alma Campos
Un edificio en el vecindario de East Side que ofrecía servicios de preparación de impuestos y una peluquería para mascotas, ahora será la sede de la única cafetería local del vecindario. El proyecto tomó más de un año de trabajo entre el diseño del menú, la carpintería de los muebles y la gestión de permisos. Colibrí Coffee abrió parcialmente el viernes pasado y se prepara para una gran inauguración oficial el sábado, 29 de marzo.
La propietaria Anaís Robles tuvo la idea de abrir la cafetería después de que su madre, María, se diera cuenta de que no había cafeterías locales en el vecindario fuera de cadenas como Dunkin’ y Starbucks. La cafetería local más cercana, Sol Y Luna Café, cerca de la parada de la estación 92 de Metra, cerró en 2007 después de estar abierta menos de diez años. María también notó que una cafetería cercana en Southel sur de Chicago, Dulce’s, al cruzar la calle de la Iglesia de la Inmaculada Concepción, tenía mucho negocio y tráfico peatonal y esperaba que pudiera replicarse en East Side.
Robles y su pareja, Juarez Monegain, tienen experiencia en manejar un restaurante. Entre 2012 y 2024, el dúo manejó Notcho Fries, cerca del campus de la Universidad del Sur de Illinois en Carbondale. Han contado con lo que aprendieron allí para dar vida a Colibrí Coffee.
Colibrí es realmente un esfuerzo familiar. Robles es la propietaria y directora general, su hermana Idaima Robles se encarga de las operaciones y la contabilidad, y Monegain, quien trabajó bajo la tutela del chef Cleetus Friedman, dirige el programa de comida.
Los propietarios de Colibrí quieren hacer todo el trabajo posible, tanto en las mesas que hicieron con madera de origen local, como en el menú, que busca minimizar el desperdicio de alimentos lo más posible. Los jarabes de café usan nueces que se pueden vender como bocadillos, las cáscaras de naranja para otro jarabe se pueden confitar y el pan duro se puede usar para un desayuno de French toast.
Las ofertas de comida incluirán un sándwich de desayuno de tocino, huevo y queso, un sándwich de jamón picante (que ya ha demostrado ser un éxito entre los clientes) y un sándwich de pavo con albahaca.
Su café Girasol es una mezcla única hecha por Ixxa Coffee, con sede en Whiting, Indiana, otro negocio propiedad de mujeres y minorías. “Son cafés excelentes de Chiapas”, dijo el tostador de café José Marín, que fue cliente que asistió a la inauguración de Colibrí. “Del lado mexicano, Chiapas, y luego de Huehuetenango, del lado guatemalteco”.
Utilizan su mezcla única para hacer bebidas como un café con leche con cajeta, un dulce de leche de cabra mexicano casero, y un café con leche de coco y canela.
Uno de los retos que conlleva la apertura de proyectos ambiciosos como estos es que a menudo requieren mucho tiempo, capital y personal para garantizar el éxito. Tanto East Side Tap, cuyo objetivo es renovar una antigua casa cervecera de Schlitz para convertirla en un nuevo bar, y Skyway Coffee, han retrasado su inauguración desde que anunciaron sus emprendimientos en 2023.
Colibrí cuenta con la ayuda de Dishroulette Kitchen, una organización sin fines de lucro financiada por la Municipalidad que ayuda a las empresas propiedad de mujeres y de personas negras, indígenas y de color (BIPOC, por sus siglas en inglés) centradas en la hostelería y que ha ayudado a empresas como el restaurante Smash Jibarito a través de subvenciones, talleres y guías prácticas. Anaís vio una publicación en Instagram y asistió a un taller sobre precios de menú y marketing. Colibrí también ha aparecido en su página de Instagram.

La noticia de Colibrí ha corrido como la pólvora. Su apertura el 21 de marzo atrajo entre 150 y 200 clientes en los dos primeros días. “Estuvimos abarrotados. Fue una locura para una apertura”, dijo Robles.
“Nunca hemos tenido nada parecido antes, así que quería asegurarme de hacer presencia y venir”, dijo Erika González, que fue la primera clienta en entrar el día de la inauguración. “Eso me emociona mucho”.
El vecindario East Side contiene un número limitado de lugares donde los miembros de la comunidad se reúnen fuera del hogar, el trabajo y la escuela. Estos incluyen parques como Calumet y Rowan y la biblioteca de la sucursal Vodka-East Side, así como los bares cercanos Crowbar y O’Hara’s (los cuales también organizan eventos regularmente) y peluquerías, aunque estos sirven principalmente a una clientela masculina.
Colibrí también es una nueva opción para las personas que no beben alcohol.
“Los he estado siguiendo en Instagram. Soy un gran fanático de las cafeterías, creo que son importantes para la comunidad y como lugar de reunión”, dijo Davis Brown, otro cliente del primer día. “Yo era un adolescente cuando [las cafeterías] comenzaron a hacerse grandes en Estados Unidos, cuando no solo existía Dunkin Donuts. [Yo] pasaba mucho tiempo en la escuela, haciendo la tarea, poniéndome al día con los amigos… [las cafeterías] son un lugar importante para que las personas se reúnan”.
Además de café y comida, Robles espera transformar el lugar para tener eventos comunitarios, como un club local de corredores, eventos de pintura, y un club de lectura.
Además, esperan exhibir y vender el arte de artistas locales, como Nathalie Sánchez, que pintó un mural en el interior, y la barista Lisette Zetina.
Colibrí hará su gran inauguración el 29 de marzo de 8 a.m. a 4 p.m., con un corte de listón al mediodía.
Francisco Ramírez Pinedo es periodista, fotógrafo y artista y reside en South Chicago.