Nicaraguan fashion designer Erick Bendaña showed a full collection of gowns at Runway Latinx. Credit: Jocelyn Martinez-Rosales

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Traducido por Jacqueline Serrato

La primera edición de la Semana de la Moda de Chicago (CFW por sus siglas en inglés) tuvo un impacto a través de la ciudad, con más de cincuenta eventos en los lados norte y sur y extendiéndose a los suburbios cercanos. Basándose en tres pilares (la historia, el ingenio y el comercio), la CFW fue diseñada con un propósito claro: una experiencia de la moda creada por y para la gente de Chicago.

“No es un evento de compras. Es un evento para ampiar las percepciones de la gente sobre lo que realmente representa la moda en Chicago”, dijo la productora del evento Carrie Lannon.

Con un programa que abarca desfiles de modas, reuniones sociales y eventos educativos, los organizadores de la CFW enfatizaron en mostrar la diversidad que la ciudad tiene para ofrecer. Los eventos incluyeron exhibiciones de estudiantes de moda locales, intercambios de artículos de ropa, mercados vintage y desfiles que destacaron el talento afroamericano, asiático y latino.

“Creo que una de las palabras más importantes para nosotros a medida que la desarrollamos, porque pudimos crear esto desde cero, es la palabra ‘diversidad’”, dijo Lannon. “La diversidad cultural y étnica de Chicago es su punto fuerte en realidad”.

Y la diversidad cultural se exhibió en todo su esplendor, no solo en la amplia gama de estilos, desde ropa de calle hasta alta costura, sino también en desfiles como Runway LatinX, que celebró su quinto aniversario durante el último fin de semana de CFW. El desfile contó con diseñadores talentosos como Mildre Ramírez de México, Argemiro Sierra de Colombia y Erick Bendaña de Nicaragua.

“Estoy muy orgullosa porque muchas de las personas que están involucradas o han estado involucradas conmigo durante mucho tiempo, muchas de ellas son del lado sur”, dijo Arabel Alva Rosales, productora de Runway LatinX y fundadora de la organización sin fines de lucro Pivoting In Heels.

Runway LatinX se llevó a cabo en Cinespace Studios en Pilsen, el vecindario donde se crió Rosales. La temática de la noche, “Las sombras en la luz”, animó a los invitados a venir vestidos para brillar. Después del desfile, el evento contó con puestos que les permitieron a los asistentes comprar de los diseñadores y otras marcas locales.

Rosales destaca la importancia de llevar los desfiles a comunidades latinas como Pilsen y La Villita. Hizo un gesto hacia las tiendas de quinceañeras y novias que se encuentran a lo largo de la calle 26. Su propio padre se convirtió de sastre a diseñador que operaba una tienda en La Villita.

“Creo que mucha gente no sabe que [La Villita es] la segunda área con mayor recaudación de impuestos de ventas en la ciudad de Chicago”, dijo Rosales. “Hay tantas empresas que se concentran en esa área. Y el área también tiene mucha moda”.

Los diseñadores latinos locales también tuvieron la oportunidad de presentar su trabajo en el Chicago Fashion Showcase. Gente Fina, una marca de ropa urbana, se inspira tanto en Chicago como en el estado mexicano de Durango. La exhibición en Union Station fue curada para destacar a los diseñadores negros, Indígenas y de color. En la pasarela, las modelos de Gente Fina lucieron zapatos del diseñador local SERES Footwear, fundado por Vanessa Arroyo.

“Estoy muy orgullosa de haber podido desempeñar un papel en la primera Semana de la Moda aquí en Chicago”, dijo Arroyo. “[CFW] incluyó a los involucrados y realmente les dio a todos un momento para brillar”.

SERES inauguró hace un año y, a principios de este año, realizó una tienda temporal que les dio a los clientes la oportunidad de comprar en persona. Arroyo fue finalista del premio Rising Star Award presentado por Fashion Group International de Chicago.

“De verdad me dieron la oportunidad de compartir mi trabajo y fui conociendo a un montón de personas que no conocían la historia, y ahora sí la conocen y les encanta. Están impresionados”, dijo Arroyo.

Arroyo estaba agradecida por la oportunidad de conectarse, establecer contactos y promover sus diseños en CFW. Dijo que la industria de la moda en general no es acogedora y es difícil ingresar, pero CFW revitalizó su pasión.

“Esto, honestamente, solo le da impulso a todo, y ahora siento que mucha más gente sabe de [SERES], así que realmente solo quiero prepararme para colocar nuestros zapatos en las tiendas locales aquí en Chicago”.

A medida que CFW se acerca a su fin, muchos se preguntan qué traerá el próximo año. Arroyo espera ser parte del crecimiento continuo de CFW.

“Chicago tiene un largo camino por recorrer, pero me impresionó todo; hizo que todos sintieran que podían ser parte. Y ese no es el caso en Nueva York”, dijo Arroyo.

Los organizadores dijeron que el objetivo nunca fue emular a las grandes capitales de la moda. La Semana de la Moda de Chicago tenía como objetivo celebrar, educar y adoptar plenamente la moda, reflejando la rica diversidad de la ciudad y su compromiso con la inclusión social.

“Cuando escuchas la Semana de la Moda de Londres y la Semana de la Moda de París, la Semana de la Moda de Nueva York, son diferentes. Son para compradores y minoristas”, dijo Lannon. “Nuestro calendario en nuestro sitio web hace que sea muy fácil para las personas comprender cómo pueden obtener la entrada a un evento al que deseen asistir”.

Con eso en mente, CFW se compromete a mantener su misión en el centro mientras planifican para el próximo año. Lannon dice que CFW también seguirá teniendo activaciones durante todo el año.

“Chicago es conocida por su arquitectura, gastronomía, teatro, arte, y ahora es el momento de que la moda también pase al primer plano”, dijo Lannon.

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Jocelyn Martínez-Rosales es una periodista independiente mexicoamericana de Belmont Cragin y le apasiona cubrir las comunidades de color con una perspectiva de justicia social.

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