En el sótano de la Iglesia Bautista Ellis Avenue en el vecindario de Kenwood, un pequeño grupo de voluntarios se pasan los jueves por la mañana organizando abrigos, gorros y otras prendas de invierno para una nueva tienda gratuita para migrantes.
“Todas las personas necesitadas, ya sean nuevas o que hayan estado aquí durante mucho tiempo, necesitan saber dónde pueden ir a conseguir estas cosas”, dijo Jonathan Friesen, pastor de la iglesia durante quince años.
Ubicada en 5001 S. Ellis Ave., la tienda gratuita ofrecerá ropa de invierno, productos sanitarios y otros artículos esenciales para que las personas elijan a su discreción.
Es el más reciente de una serie de proyectos que la iglesia ha comenzado para brindar ayuda a los cientos de migrantes que se refugian en el hotel cercano, Lake Shore Hotel, 4900B S. Lake Shore Dr.
Desde principios de septiembre, más de 600 personas, principalmente familias de Centro y Sudamérica, así como Haití, se han mudado al refugio gestionado por la Municipalidad.
Cuando la parroquia escuchó por primera vez la noticia de la apertura del refugio temporal a finales de agosto, dijo Friesen, los miembros de la congregación entraron en acción y lanzaron una colecta de abrigos de invierno. El alcance de este esfuerzo rápido se amplió para incluir más artículos, así como vivienda para algunas nuevas familias.
A mediados de octubre, la iglesia trasladó a tres familias de Venezuela (un total de trece personas, incluyendo una futura madre) a sus salones de escuela dominical convertidos en dormitorios. En una semana, dos de las familias que vivían en la iglesia pudieron conseguir lugares en refugios en otras partes de la ciudad. La familia restante se quedó en Ellis Avenue hasta el Día de Acción de Gracias, antes de mudarse al refugio de Wadsworth en el vecindario de Woodlawn.
Durante las estadías de las familias, la iglesia empleó a los adultos para completar diversas tareas, como organizar los bienes donados.
“Comencé haciendo que algunos de los migrantes que vivían aquí comenzaran a organizar (donaciones) en un lugar donde la gente pudiera encontrar cosas, conseguirlas y llevárselas”, dijo Friesen.
Dijo que la idea de una tienda gratuita no era la intención original, pero un voluntario que había estado ayudando a los migrantes con entregas de alimentos y suministros en las comisarías de policía locales lo animó a implementarla.
Una tienda gratuita, dijo Friesen, es un espacio que permite a la comunidad acudir para satisfacer sus necesidades básicas sin costo. Durante el pasado año y medio, se han establecido tiendas similares en Humboldt Park, Rogers Park y Bridgeport.
A diferencia de las donaciones tradicionales de iglesias y organizaciones sin fines de lucro, dijo Frieson, una tienda gratuita les permite a las personas necesitadas conservar su autonomía al recibir ayuda.
“(Nosotros) estamos en el ‘negocio’ de tratar de conservar la dignidad de las personas”, dijo Friesen. “Obtienen la autonomía y la dignidad de poder elegir. Y creo que eso es mucho mejor que darles una bolsa gratis y que no tengan voz”.
“A veces las personas carecen de recursos y (enfrentan) muchas situaciones en las que les quitan su dignidad”, continuó.
Vecinos ayudando a vecinos
Un jueves por la mañana a mediados de diciembre, varios voluntarios trabajaban arduamente arreglando zapatos y doblando abrigos en el sótano de la iglesia.
Entre ellos se encontraba Julie Vassilatos, una residente de Hyde Park que pasó los pasados cuatro jueves trabajando para promover la tienda gratuita en desarrollo.
“No hay duda de que esto mejorará muchas cosas”, afirmó Vassilatos. “Esto está creando una infraestructura que podremos utilizar para las personas sin vivienda en los próximos años. Esperamos poder organizarlo lo suficiente como para tener niños en un cuarto, adultos en otro y ropa de cama, artículos de higiene y necesidades básicas”.
Desde finales de agosto de 2022, cuando las primeras oleadas de solicitantes de asilo fueron transportadas en autobús a Chicago desde la frontera sur del país, cientos de voluntarios en vecindarios de toda la ciudad han ayudado a satisfacer una creciente necesidad de suministros y otros servicios de apoyo.
En la zona central del lado sur, que actualmente alberga a más de 1,000 inmigrantes en refugios temporales administrados por la Municipalidad, desde Bronzeville hasta Woodlawn, las cosas no son diferentes.
A menudo, mirando bolsas de ropa junto a Vassilatos se encuentra Vicky Long, otra residente de Hyde Park que también es tutora de inglés en la cercana escuela primaria Shoesmith.
“Estas personas necesitaban ayuda y el tipo de ayuda era bastante simple: proporcionarles ropa, comida y alojamiento. Parece que fue lo correcto”, dijo Long. “Hay mucha gente en Chicago que necesita ayuda.
En otro cuarto, Janie Neal describió su camino hacia el voluntariado mientras revisaba cajas de ropa para niños.
“Estaba buscando cómo ayudar. Solía hacer mucho trabajo voluntario y lo dejé cuando comenzó la pandemia. Estoy listo para regresar”, dijo Neal, residente de Kenwood y estudiante de posgrado. “Creo que es lamentable que la gente haya tenido que abandonar sus hogares. Es lamentable que no estuviéramos preparados para recibirlos”.
Neal, que vive frente al refugio del Lake Shore Hotel, dijo que ha seguido gran parte de la controversia comunitaria en torno al sitio, pero no entiende a la oposición.
“Pensé que era fantástico que la gente tuviera un lugar dónde vivir. Me decepcionaron mis vecinos por el alboroto que armaron al respecto”, dijo. “Desde que estoy allí, realmente no he notado nada”.
Una tienda gratuita para todos
En una caótica reunión comunitaria con funcionarios de la ciudad a finales de agosto, los vecinos estaban divididos sobre el plan de abrir el refugio en East Hyde Park. Muchos de los que se opusieron expresaron su frustración por la apertura del refugio sin previo aviso y por la perspectiva de que la ayuda llegara a los recién llegados después de décadas de desinversión en las comunidades del lado sur.
Pero el jueves, Friesen dijo que espera que la tienda gratuita pueda ser algo unificador.
“No es en absoluto una cosa en la que tenemos que elegir una u otra (comunidad)”, dijo Friesen. “Podemos y debemos hacerlo con ambas. Por eso mi visión para la tienda gratuita es que no sea sólo para los migrantes o nuestros nuevos vecinos, sino que también pueda ser para la comunidad en general”.
Friesen dijo que anticipa que la tienda gratuita estará lista para funcionar varias mañanas a la semana a principios del nuevo año, “tal vez a mediados de enero”.
Para obtener más información o participar, envíe un correo electrónico a ellisavenuechurch@gmail.com.
Michael Liptrot es reportero del periódico Hyde Park Herald y pasante de producción en el programa Reset de WBEZ.