Originally published on August 11, 2020, in English
Traducido por Regina Favela
En 2016, el alcalde de ese entonces, Rahm Emanuel, anunció que para 2017 todos los agentes de policía de Chicago serían equipados con cámaras corporales. Las cámaras corporales se han convertido en la herramienta número uno a lo largo de la nación para mantener a los departamentos de policía responsables. Al proporcionar imágenes de video de sus encuentros con el público, intentan mantener a ambos ciudadanos y oficiales a salvo de las narrativas falsas. Aunque su eficacia sigue en debate, una cosa está clara: las cámaras sólo funcionan si están puestas y activadas.
El domingo 9 de agosto, alrededor de las 2:30pm en el vecindario de Englewood, agentes del Departamento de Policía de Chicago (CPD por sus siglas en inglés), le dispararon e hirieron a un hombre quien presuntamente les disparó mientras huía. Pero no existe ningún video del incidente, ya que ninguno de los oficiales involucrados llevaba una cámara corporal. Se cree que la información mala que circuló sobre el tiroteo, combinada con una presencia policial agresiva en el área después del incidente, provocó disturbios civiles y daños de propiedad en el centro de Chicago y en el norte de la ciudad esa noche.
El hombre al que dispararon, Latrell Allen, de veinte años, ha sido acusado de dos cargos de intento de asesinato y un cargo de posesión ilegal de un arma. Presuntamente disparó dos tiros a los oficiales antes que ellos respondieran baleando a Allen. Eventualmente fue trasladado al Centro Médico de la Universidad de Chicago.
El hermano del hombre herido, Earl Allen, le dijo al Sun-Times que él estaba con Latrell y varios otros en Moran Park, en la calle 57 y Racine, y que alguien del grupo le hizo un comentario a los oficiales que iban en una patrulla, lo que terminó en una persecución.
“Mi hermano no le disparó a la policía”, le dijo al Sun-Times.
El lunes, el Weekly habló con un residente de Englewood, Keith Smith, de cuarenta y nueve años, quien dijo que había estado cerca de Moran Park, donde ocurrió el tiroteo.
Smith dijo que un vehículo de la policía se acercó a Allen de manera intimidante, a gran velocidad y saltándose una acera cuando se aproximaban. “No tenían que acercarse así incluso aunque pensaran que tenía un arma”, dijo. “Creo que le causó entrar en pánico”.
Smith dijo que vio a Allen doblar una esquina y luego escuchó disparos, pero no vio el tiroteo.
Los hechos del caso son ampliamente disputados entre los oficiales de policía involucrados y la defensa de Allen. El estado dice que los oficiales recuperaron un arma con casquillo de bala después de seguir un rastro de sangre hasta la casa de Allen. Su defensor público dijo el martes que Allen fue disparado en la mejilla y la espalda; los documentos de la corte dicen que recibió un disparo en la mejilla y en ‘el área lateral’.
La Oficina Civil de Responsabilidad Policial (COPA por sus siglas en inglés), le dijo al Weekly que no había evidencia de video del tiroteo de las cámaras corporales de los oficiales ni de las cámaras de dispositivos de observación policial (POD por sus siglas en inglés) de vigilancia, mejor conocidas como “cámaras azules”.
“Los esfuerzos preliminares de investigación han determinado que los oficiales involucrados de la Policía de Chicago asignados al recién creado Equipo de Seguridad Comunitaria no tenían cámaras corporales”, dijo un portavoz de COPA en una declaración.
En julio, el superintendente de CPD, David Brown, anunció un “Equipo de Seguridad Comunitaria” recién creado que consistiría de casi 300 agentes en las áreas del sur y oeste de Chicago. “Permítanme ser claro, esta no es una fuerza de ataque rodante como CPD ha tenido en el pasado”, Brown dijo en julio.
Brown dijo que el equipo recibiría entrenamiento especial en intervención de crisis y vigilancia comunitaria y los derechos de la Primera y Cuarta Enmienda. Dijo que el equipo se enfocaría en iniciativas como marchas por la paz, círculos de oración, y distribución de alimentos. “Este equipo estará basado en la vigilancia comunitaria y en su máxima expresión”, dijo durante la conferencia de prensa.
En una columna de opinión, el Weekly había escrito en julio, “Algunos de los oficiales de CPD más corruptos y abusivos provenían de este mismo tipo de unidad”.
El domingo, oficiales del Equipo de Seguridad Comunitaria comenzaron una persecución a pie de Allen que terminaría en un supuesto tiroteo. Fueron desplegados sin cámaras corporales.
El Weekly le preguntó a CPD si es un procedimiento estándar que los oficiales del Equipo de Seguridad Comunitaria no estén equipados con cámaras corporales. CPD dijo que han estado “trabajando activamente” para equipar al Equipo de Seguridad Comunitaria con cámaras corporales y que “han priorizado a todos los oficiales que forman parte de estos equipos para recibir cámaras corporales bajo el presupuesto de 2021, si aún no tienen una”.
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Según la política de cámaras corporales de CPD, “La decisión de grabar electrónicamente un encuentro con la policía es obligatoria, no es discrecional”.
Una fuente dentro de CPD le dijo al Weekly que parte del problema era que el contrato policial bajo la administración anterior es restrictivo y prohíbe el intercambio de cámaras corporales por parte de oficiales que están en diferentes turnos.
Pero el profesor de derecho de la Universidad de Chicago, Craig Futterman, no estuvo de acuerdo con la evaluación de CPD. Futterman se centra en los derechos civiles y la responsabilidad policial y fue uno de los abogados principales en la demanda comunitaria que finalmente condujo al decreto de consentimiento actual de la policía.
Futterman dijo que no equipar al Equipo de Seguridad Comunitaria con cámaras corporales “tiene que ser una decisión intencional” del liderazgo de CPD.
Dijo que el tema de qué unidades en CPD están equipadas con cámaras corporales es “un asunto que no ha recibido suficiente atención pública”.
“Los oficiales de CPD no están asignados ni requeridos a usar cámaras corporales, es ridículo,” agregó.
Futterman dijo que mientras CPD no esté infringiendo la ley al no proporcionar cámaras corporales a los oficiales del Equipo de Seguridad Comunitaria, están “violando el espíritu del decreto de consentimiento”, que está diseñado para garantizar que los oficiales quienes más interactúan con el público rindan cuentas a partir del uso de cámaras corporales y otras tácticas.
Dijo que el problema se extiende a todo el departamento. Unidades especiales como el Equipo de Seguridad Comunitaria, SWAT, unidades de narcóticos, unidades de pandillas, y unidades que realizan redadas peligrosas regularmente no son asignadas cámaras corporales.
Futterman dijo que cree que CPD está evitando transparencia y responsabilidad. “Las unidades que han sido más abusivas y participan en estos encuentros todos los días son, irónicamente, las mismas unidades a las que CPD se niega asignar cámaras corporales”, dijo.
Futterman ha criticado las redadas erróneas de CPD en las que se descubrió que los oficiales no tenían encendidas sus cámaras corporales.
“Este es un asunto de la política de CPD”, dijo. “Ellos han decidido que estos equipos que más necesitan supervisión son las mismas unidades que están eximiendo y asegurándose de que nunca exista evidencia de video de estos encuentros. Tiene que ser una decisión intencional”.
Además, los oficiales que tienen cámaras corporales a menudo no las encienden –como lo exige la política de CPD– y no son responsabilizados cuando no, dijo.
El concejal Matt Martin (distrito 47) ha sido muy cooperativo cuando se trata de aplicar el decreto de consentimiento y hacer cumplir sus directivas. Durante una junta del Comité de Salud Pública, Martin preguntó por qué los oficiales que respondieron aquel domingo no tenían cámaras corporales.
Martin le dijo al Weekly que la respuesta de CPD de que estaban trabajando activamente para equipar a los oficiales con cámaras “no era una respuesta aceptable”.
“Cuando respondes a los llamados de servicio, debes tener una cámara corporal que activas si terminas interactuando con un miembro del público”, dijo.
Martin dijo que puede apreciar la posición difícil en la que se encuentra el superintendente Brown, heredando un departamento que aún tiene más que recorrer para lograr una verdadera reforma. “Hay muchos variables”, dijo.
Martin dijo que la ciudad perdió una gran oportunidad para demostrar que la ciudad y su departamento de policía están avanzando en la implementación del decreto de consentimiento. “Fue un error no tener [cámaras corporales] en esta situación. Espero que las cámaras corporales estén disponibles para todos los oficiales lo más pronto posible”.
Las imágenes revisadas por COPA de la cámara POD en la esquina de la calle 57 y Racine muestran un individuo quien, según CPD, “coincidía con la descripción de la persona buscada por estar en posesión de un arma”, pero la cámara no captó evidencia más que eso, dijo un portavoz de COPA.
La jueza Susana Ortiz le dio a Allen una fianza de $1 millón.
Los documentos de fianza confirman que los oficiales respondiendo no tenían cámaras corporales y que su patrulla no estaba equipada con cámaras en el tablero porque la “Unidad de Policía Comunitaria es una unidad recién formada”.
Las pruebas de bala y ADN aún se encuentran con la Policía del Estado de Illinois y aún no se han procesado.
Finalmente, es probable que el caso contra Allen dependa del testimonio jurado de los mismos agentes que le dispararon. Sin cámara corporal, cámara de tablero, o la evidencia de la cámara azul, Chicago quizás nunca sabrá lo que sucedió realmente ese domingo en Englewood.
Jonathan Ballew es un profesional independiente basado en Chicago que vive en Uptown. Su trabajo ha aparecido en Block Club Chicago, Chicago Magazine, The Chicago Reporter, Chicago Sun-Times, entre otros. Escribió previamente para el Weekly sobre el campo de golf de Tiger Woods.