Traducido por Alma Campos
En una calurosa noche en un jueves de mayo, una larga fila de personas se dirigía a la secundaria Benito Juárez Community Academy para asistir a una reunión sobre una enmienda propuesta al TIF (financiación por incremento de impuestos, por sus siglas en inglés) de Pilsen —una zona designada del barrio donde los fondos procedentes de los impuestos de propiedad se destinan a financiar proyectos de desarrollo.
Desde que el TIF se estableció en Pilsen por primera vez en 1998 bajo el mandato del ex concejal Danny Solís, éste ha sido uno de los pocos foros públicos ofrecidos a los residentes para debatir el TIF y las implicaciones que tiene para su comunidad. Mientras cientos de residentes esperaban en la fila, muchas personas se quejaban de que ya habían hecho algo parecido antes, que esto les parecía un déjà vu de la vez que se organizaron contra el TIF décadas antes o cuando se vieron excluidos de la decisión sobre una extensión de doce años de ese TIF el otoño pasado.
En el gran patio de cemento la gente gritaba, “No al TIF” mientras los organizadores de la Coalición El Pueblo Manda, un grupo de miembros de la comunidad y aliados que se organizan contra la gentrificación, sobre todo en Pilsen, marchaban sosteniendo carteles en los que se leía: “Desarrolladores no se metan en Pilsen” y “TIF equivale a desplazamiento”.
Los impuestos sobre la propiedad en Pilsen aumentan mucho más rápido que el promedio de la ciudad, por lo que los dueños de casa de larga duración no pueden hacer frente al pago de sus impuestos (además de sufrir un aumento general en el costo de vida). Los residentes que han vivido toda su vida en el barrio, han visto cómo sus familiares, que fueron dueños de sus casas durante generaciones, las han puesto a la venta. O sus rentas se han elevado enormemente, obligándoles a dejar el barrio.
El TIF cuenta con una larga historia de oposición en toda la ciudad. Los críticos consideran que estos distritos de TIF son herramientas utilizadas por los desarrolladores inmobiliarios y la Municipalidad para redistribuir deliberadamente los fondos públicos a zonas más adineradas y acelerar la gentrificación de los barrios de clase trabajadora, en los que históricamente han vivido negros y latinos, atrayendo proyectos privados que provocan un aumento a los impuestos sobre la propiedad y la renta. Mientras que algunos residentes y grupos como El Pueblo Manda o CivicLab exigen la abolición del TIF, otros habitantes de Chicago y el concejal del distrito 25, Byron Sigcho-López, tienen una mentalidad más reformista y piden que el sistema cambie para fomentar el desarrollo dirigido por la comunidad.
Poco a poco todos fueron entrando a la secundaria: residentes de Pilsen que han vivido en el barrio toda su vida, personas que han vivido en Pilsen por generaciones pero que se han ido o han sido empujados a irse, y otros habitantes de Chicago interesados en entender mejor la nueva enmienda. Frente a las puertas del auditorio, la oficina de Sigcho López repartió tarjetas para votar en las que se les preguntaba a los asistentes si querían que se aprobara la enmienda o no. Trajeron por lo menos 250 tarjetas, que fueron insuficientes para la gran multitud.
Funcionarios del Departamento de Planificación y Desarrollo (DPD, por sus siglas en inglés) se sentaron en al frente mientras la gente se acomodaba en sus asientos, y los organizadores de El Pueblo Manda incitaron a la gente a que siguiera con sus cantos de “No al TIF” con quejas como: “¡Nadie los invitó aquí!” y “¡No queremos cambios en nuestro barrio!”.
Con DPD y sus consultores de Johnson Research Group detrás de él, Sigcho López comenzó la reunión reconociendo lo difícil que ha sido este tiempo para los residentes de Pilsen: “Sabemos que muchas de nuestras familias están ahora mismo en riesgo de perder sus casas. Mucha gente está estrangulada por los impuestos a la propiedad”. Fue recibido con afirmaciones por parte de los dueños de casa que han visto un aumento promedio del 63 por ciento de los impuestos a la propiedad en un solo año.
Decenas de asistentes compartieron sus experiencias personales con el aumento de los impuestos sobre la propiedad, como una residente cuyos impuestos aumentaron un 70 por ciento, lo que la obligó a utilizar el fondo universitario de su hijo para mantener su casa. Luego de la reunión, Sigcho López contó que durante el invierno tuvo a ancianos llorando en su oficina porque no podían pagar los miles de dólares adicionales en impuestos, lo que los obligaba a perder casas en las que habían vivido durante décadas o incluso generaciones.
“Sin embargo, hay dinero público del que hay que rendir cuentas, y que históricamente no ha servido para preservar a las comunidades, sino más bien para gentrificarlas”, dijo Sigcho López.
El TIF es una estrategia destinada a promover el desarrollo en lo que el Estado denomina zonas “deterioradas”, atrayendo a los inmobiliarios a invertir en la zona y crear puestos de trabajo de construcción y negocios nuevos en la zona. Según la Ley TIF de Illinois, las zonas se consideran “deterioradas” cuando cumplen cinco de trece requisitos (o dos de seis en zonas no urbanizadas que son consideradas “vacantes”). Estas normas incluyen elementos como edificios deteriorados, servicios públicos insuficientes o en mal estado, o deshechos peligrosos.
El TIF funciona estableciendo una línea divisoria basada en estos factores de “deterioro” establecidos por el Estado. A partir de los datos de la oficina del asesor del Condado de Cook del año anterior, se suman los impuestos de todas estas propiedades. Esta es la base, una cantidad que se congela durante los veintitrés años de vida del distrito TIF. Los impuestos acumulados que están por debajo de esta base siguen financiando servicios e infraestructuras municipales como las escuelas públicas, bibliotecas y el transporte público.
Si el valor de la propiedad está por encima de esta base (conocido como el “incremento”), los ingresos adicionales del impuesto a la propiedad se destinan a las cuentas de TIF. Los funcionarios públicos pueden entonces utilizar estos fondos para subvencionar proyectos públicos y privados de desarrollo y reurbanización.
Chicago es una de las ciudades del país que más recurre al TIF, con más de un tercio de la ciudad participando en el programa. Se han creado por lo menos 185 distritos TIF desde que el alcalde Harold Washington designó el primero en 1984. Año tras año, la porción de ingresos que se vierte a los distritos TIF sigue creciendo, aumentando un nueve por ciento desde 2017, según un reporte publicado a principios de este año. En 2021, cerca del 40 por ciento de los casi $3.02 mil millones de dólares en ingresos por impuestos a la propiedad se destinaron a los TIF.
En los primeros tres años del mandato de Solís, se crearon cuatro nuevos distritos TIF en el distrito 25, principalmente el TIF del corredor industrial de Pilsen de 907 acres. Incluso entonces, los residentes sabían que no querían que se creara un TIF en su vecindario por temor a que se hiciera un mal uso de ellos. Mary Calderón, que vivió en Pilsen durante más de sesenta años antes de mudarse, dijo que recuerda haberse organizado contra el TIF a finales de los noventa. “Y ahora, veintitrés años después, teníamos razón”, afirmó.
Desde 2011, un total de $122 millones en TIF se asignaron a proyectos en Pilsen. Según la presentación de DPD, más del 96 por ciento de esos fondos se utilizaron para usos públicos o vivienda asequible. Pero cuando TIF ha pagado por estos proyectos públicos, los residentes dijeron que no fue sin tener que luchar.
“Todos estos lugares que llaman la atención de alguien que visita Pilsen surgieron de la lucha”, dijo Vicky Romero, cuya familia ha vivido en la misma cuadra en Pilsen desde mediados de la década de 1950. Cuando en la presentación se mostraba un proyecto público financiado con fondos TIF, Romero podía recordar cuáles miembros de la comunidad habían luchado para que ese proyecto se llevara a cabo.
La enmienda en cuestión casi duplicaría el tamaño del distrito TIF original de Pilsen, según los expertos. El DPD afirmó que esta expansión apoyaría a los pequeños negocios y vivienda asequible, como la Casa Yucatán y lotes de la Calle 18 y Peoria.
Con estos fondos ampliados, la Municipalidad propone actualizar el plan de uso del terreno y revisar el presupuesto de reurbanización. Pero las declaraciones de los funcionarios fueron cuestionadas por los miembros de la comunidad. Ellos explicaron lo que los términos del DPD realmente significaban para ellos: Cuando el DPD decía “desarrollo”, la gente gritaba “desplazamiento”. Cuando decían “TIF”, la gente gritaba “presupuesto fantasma” o “fondos secretos”.
Los representantes de DPD repitieron que el TIF no aumenta los impuestos sobre la propiedad, y le recordaron a la gente que se trata de “desviar los ingresos de los impuestos”. Es cierto que los TIF no funcionan mediante el aumento de los impuestos, pero los estudios han demostrado que la subvención del desarrollo comercial a través de los TIF ha contribuido a un aumento del valor de la propiedad y de las rentas en Chicago.
El aumento de los impuestos sobre la propiedad y de las rentas ha provocado que muchos residentes que han vivido en Pilsen por décadas hayan tenido que mudarse. Romero ha visto cómo su comunidad se ha ido desvaneciendo, por ejemplo, en las interacciones cotidianas en la cuadra donde vivía: “Los hipsters no saludan, no dan los buenos días… la gente ni siquiera te mira cuando vas caminando por la misma acera”. Pero estos cambios a nivel cuadra se deben a decisiones gubernamentales intencionales y estructurales.
“La gentrificación es muy calculada”, afirma Romero, que también fue presidenta del concejo de la organización sin fines de lucro Pilsen Alliance. Mucha gente cree que la gentrificación es inevitable, pero no es así. “Conocemos muchas formas de frenar la gentrificación, o hasta detener el desplazamiento de la clase trabajadora. Pero eso requiere esfuerzo y política”.
“Si no tienes la intención de irte, como yo”, dijo Romero, “aumentar el valor de la propiedad no hace más que aumentar tus impuestos sobre la propiedad”. Este sentir es común entre los residentes de Pilsen, según Sigcho López, quien dijo que a menudo le dicen lo cansados que se sienten de la fragilidad del cambio que está ocurriendo a su alrededor: “¿Por qué tenemos que estar siempre luchando para quedarnos?”.
También hay numerosas pruebas que demuestran que el TIF se ha utilizado mal. Por un lado, a menudo se crean distritos en zonas que no cumplen con la definición de “deterioradas”. El proyecto TIF Illumination ha afirmado que esto significa que TIF beneficia en gran medida a zonas más prósperas de la ciudad, desviando dinero que debería destinarse a los servicios públicos. Y cuando se utiliza en zonas que sí cumplen los criterios de deterioro, los proyectos financiados por el TIF suelen ser en zonas que se están gentrificado rápidamente, como Pilsen. Esto ha contribuido potencialmente al desplazamiento de familias y personas de bajos ingresos.
Representadas por Chicago Lawyers’ Committee for Civil Rights, un comité de abogados por los derechos civiles, y las organizaciones comunitarias Grassroots Collaborative y Raise Your Hand continuaron su lucha para reformar el manejo de TIF presentando una demanda contra la subvención pública de $1.3 mil millones de la Municipalidad concedida al desarrollo de Lincoln Yards. Su demanda alegaba que la zona designada de Lincoln Park no cumplía la definición estatal de deterioro y, por lo tanto, no requería financiación pública. Esto es parte de una larga historia de fondos TIF que son designados al desarrollo privado, lo que ultimadamente empeora la desigualdad racial y económica en la ciudad.
Sigcho López fue uno de los doce concejales que votaron en contra de proyectos TIF en la ciudad como Lincoln Yards. Aunque es crítico con el uso de los fondos TIF, Sigcho López apoyó la renovación del distrito TIF de Pilsen el pasado otoño. También ha dicho que presionó a los funcionarios de planificación para ampliar el área que cubre el distrito actual para que más propiedades puedan beneficiarse. Ha dicho que la despensa de comida de Pilsen, Pilsen Food Pantry, que anteriormente estaba dentro de los límites del distrito TIF, sería una propiedad que se beneficiaría de esa ampliación.
Dijo que para él, esta reunión se trataba más acerca de crear una plataforma para la participación de la comunidad y para tratar de reparar una historia larga en la que la Municipalidad ignora la opinión de la comunidad y toma decisiones a puerta cerrada. “Es injusto que la Municipalidad continúe recaudando dólares e impuestos TIF sin representación [de la comunidad] y sin un proceso claro”, dijo Sigcho López durante su discurso de apertura.
Sin embargo, Leonardo Quintero, un residente que lleva toda su vida en Pilsen y que también es cofundador de Peace in Pilsen, dijo que cree que los residentes no confían en un sistema que “de por si no tenía credibilidad.” Aunque Sigcho López ha intentado ser más transparente, Quintero dice que hay una falta de accesibilidad en cuanto al TIF y que siguen dejando a los residentes fuera de la conversación; y se siente como si la historia se repitiera. “Siempre lo he descrito como cambios que nos pasan a nosotros en lugar de que ocurran con nosotros”, le hizo eco Romero.
Los distritos TIF están diseñados originalmente para expirar a los 23 años, pero la Municipalidad los ha extendido silenciosamente en repetidas ocasiones. En octubre de 2022, solo tres meses antes de su vencimiento, el distrito TIF de Pilsen (junto con otros cinco) se extendió doce años más. Quintero dijo que él y la gente que conoce ni siquiera se enteraron de la extensión hasta dos semanas después de que ocurriera cuando la gente comenzó a compartir información al respecto en Facebook.
Cuando la Municipalidad finalmente organiza reuniones para que la comunidad aporte su opinión, estas reuniones suelen ser inaccesibles. Durante la sección de comentarios públicos de la reunión de la enmienda a TIF, algunos asistentes señalaron que la reunión fue un fallido intento de involucrar a los miembros de la comunidad en todos los niveles. A pesar de que la mayoría de los asistentes hablaban español, la única transcripción de audio disponible era en inglés. Cada vez que hablaba el traductor, se oían gritos de “No se oye” entre la multitud, y varios residentes se levantaron para decir que la traducción era imprecisa. Entre la multitud, se podía ver a jóvenes que le traducían la presentación en voz baja a sus vecinos y familiares.
Quintero es un representante del distrito 12 del Concejo de Policía, y dice que es testigo frecuente de esta situación. Él y otros concejales han solicitado servicios de traducción en sus reuniones, pero la Municipalidad les dice que no hay recursos. Así que tienen que arreglárselas por su propia cuenta. Y eso suponiendo que la gente pueda encontrar las reuniones. Según Quintero, frecuentemente envían a la gente a sitios web municipales sin instrucciones claras sobre cómo acceder a las reuniones públicas.
Tom Tresser, vicepresidente y director general de CivicLab (que dirige el Proyecto de Iluminación TIF), dijo que eso ha sido típico cuando se trata de que la Municipalidad notifique a los miembros de la comunidad acerca de los distritos TIF y sus proyectos. Su organización recibió una carta notificándoles de la expansión sólo unas dos semanas antes de esta reunión comunitaria. “Ya para cuando nos enteramos, es un hecho”, dijo Tresser.
Durante la reunión, los miembros de la comunidad tuvieron que preguntar cuándo se presentaría la enmienda en la reunión introductoria de la Comisión de Desarrollo Comunitario (CDC, por sus siglas en inglés), ya que los presentadores no compartieron esa información al principio de la presentación. Esa reunión estaba planeada para el 9 de mayo, sólo cinco días después. Una vez que una propuesta de extensión al TIF se introduce en esas reuniones, por lo general es demasiado tarde para detenerla. Como explicó Tresser, “en la historia de Chicago, ningún TIF ha sido rechazado por la comisión”.
Al final, la propuesta para modificar el TIF se retiró de la agenda un día antes de la reunión, probablemente debido a la oposición de la comunidad. “Es una gran victoria para los organizadores del pueblo de Pilsen”, afirmó Tresser.
Los organizadores de El Pueblo Manda, el Proyecto de Iluminación de TIF que dirige Tresser, Pilsen Alliance y otros miembros de la comunidad y aliados han sido una parte importante de este esfuerzo.
El Pueblo Manda comenzó hace unos siete meses por una coalición de residentes y aliados que querían abordar las necesidades en La Villita y Pilsen. Han organizado eventos educativos y comunitarios y han protestado contra la Municipalidad y el Condado. En febrero, realizaron un taller sobre impuestos en La Villita al que asistieron más de 200 personas y en el que descubrieron que la oficina del asesor no estaba aplicando las exenciones a las que tenían derecho los propietarios cuando les proporcionaban ayuda individualizada, lo que se sumaba a unos impuestos ya de por sí exorbitantes. En colaboración con el TIF Illumination Project, también coordinan reuniones educativas sobre el TIF, ayudando a la gente a entender cómo funciona el presupuesto y sus impactos en su comunidad.
Vicky Lugo, nacida y criada en Pilsen, ha sido testigo de todos los problemas que han afectado a su comunidad en décadas recientes, desde el cierre de escuelas en 2013 hasta la contaminación del aire y los incendios provocados por una trituradora de chatarra, así como el aumento exorbitante de los impuestos sobre la propiedad el año pasado. Tras ver cómo los impuestos afectaban a su familia y a sus vecinos, empezó a investigar y descubrió que algunos residentes tenían reembolsos de años anteriores que habían perdido o exenciones de las que no tenían conocimiento.
Por eso empezó a colaborar con El Pueblo Manda, para ayudar a su comunidad a mayor escala. El Pueblo Manda está presionando para que los hogares sean evaluados a través de un impuesto graduado donde la tasa de impuesto aumenta según los ingresos, dijo Lugo. También solicitan que el Condado y la Municipalidad no penalicen a las personas que no pueden pagar sus facturas, dijo Calderón.
Aunque la propuesta para modificar el TIF se retiró como punto del orden del día en mayo, puede volver a presentarse en cualquier momento. Lo que ocurra dependerá realmente del alcalde Johnson y de a quién nombre para la Comisión de Desarrollo Comunitario. Pero Tresser confía en que los orígenes comunitarios de Johnson y los concejales progresistas puedan ayudar a guiar a la comisión en una nueva dirección.
Mientras tanto, los organizadores y los miembros de la comunidad tienen planeado seguir informando a sus vecinos sobre el TIF, oponiéndose a la gentrificación y abogando por una reducción del aumento a los impuestos sobre la propiedad. Los organizadores de vivienda y otros defensores seguirán exigiendo evaluaciones justas de las propiedades, alivio para los dueños inundados de impuestos y la democratización de las decisiones en torno a los aproximadamente $65 millones restantes del TIF de Pilsen y fondos futuros.
Savannah Hugueley es una verificadora de información para el Weekly. Previamente escribió sobre las protestas de la facultad en Chicago State University.