Traducido por Gisela Orozco
El 13 de agosto se cumplen 500 años de la caída de Tenochtitlan, la actual Ciudad de México. A través de un mapa virtual e impreso, y una serie de eventos comunitarios gratuitos, la iniciativa “Chicagotlan: Tenochtitlan en Chicago” invita a los jóvenes latinos, indígenas y mexicoamericanos, y a todos los residentes de Chicago, a contemplar y conmemorar el evento catastrófico que condujo al surgimiento de un sistema histórico que dio y sigue dando forma a las relaciones políticas, económicas y sociales en todo el mundo.
Los colonizadores españoles, impulsados por la codicia imperialista por el oro y la tierra, y su obsesión de convertir a los indígenas, aprovecharon exitosamente las divisiones entre los pueblos indígenas del Valle de México e hicieron una alianza con los tlaxcaltecas, los rivales de los mexicas, comúnmente conocidos como los aztecas. Apoyados por decenas de miles de soldados tlaxcaltecas, los españoles comenzaron un asedio de tres meses en contra de Tenochtitlan.
Superado en números y con su pueblo hambriento y debilitado por una herramienta de guerra biológica —la epidemia de la viruela— Cuauhtémoc se rindió ante los españoles el 13 de agosto de 1521. Tenía tan solo veinticinco años y acababa de ser elegido como tlatoani (gobernante) de los mexicas después de que Cuitláhuac, el sucesor de Montezuma II, sucumbiera a la viruela. Moctezuma II, emperador azteca en el momento de la llegada de los españoles, había muerto trece meses antes durante una insurrección mexica contra los colonizadores españoles, según los historiadores.
Tenochtitlan era dos veces del tamaño de París, la ciudad más grande de Europa en el siglo XVI. Inmediatamente después de la conquista, la caída de Tenochtitlan provocó la trágica muerte y captura de unos cuarenta mil civiles indígenas. Se dice que miles de cuerpos flotaron en los canales de la ciudad. La gran ciudad de Tenochtitlan, que una vez fue el hogar de entre 200,000 y 400,000 habitantes, estaba en ruinas.
La conquista derivó en la ocupación continua del territorio indígena durante los próximos 500 años. Condujo al genocidio de los pueblos indígenas de Mesoamérica a manos del Imperio español y de la Iglesia católica. La caída también dio forma a la nación mexicana contemporánea y a la actual metrópoli de la Ciudad de México; también abrió el camino para las expediciones españolas a lo que hoy son los Estados Unidos, Centroamérica y Sudamérica.
Mientras que los españoles asediaron Tenochtitlan en un intento de erradicar a los pueblos indígenas, aspectos de los sistemas de conocimiento y las cosmologías indígenas, así como los mismos pueblos indígenas, han sobrevivido a la conquista y siguen sobreviviendo al legado continuo del colonialismo.
Tenochtitlan sigue existiendo no solo en la Ciudad de México, la nueva capital construida literalmente sobre las ruinas, sino también aquí, en la capital del Medio Oeste. En el área metropolitana de Chicago, 1.1 millones de personas de ascendencia mexicana integran el 75% de la población latina del área. Conforme nos acercamos al 500º aniversario de la caída de Tenochtitlan, podemos examinar las maneras en las que Tenochtitlan vive en Chicago y en otras ciudades. Podemos preguntarnos: ¿Cómo es que Tenochtitlan aparece en nuestros murales públicos, espacios comunitarios e instituciones locales?
Chicagotlan: Tenochtitlan en Chicago fue ideado en el verano de 2021 por los miembros del Comité Organizador de Chicagotlan, quienes nacieron en Estados Unidos o en México y que se criaron en Chicago. Chicagotlan se creó con el deseo de conmemorar e historizar la caída de Tenochtitlan y el legado del colonialismo, al mismo tiempo que educa y dialoga con las generaciones más jóvenes de mexicoamericanos y chicanos de Chicago sobre su historia y comparte los recursos culturales y educativos que están disponibles a su alcance.
El mapa virtual completo de Chicagotlan invita a los participantes a visitar espacios comunitarios conocidos: La Plaza Tenochtitlan de Pilsen, la estación de la Línea Rosa de la calle 18, el antiguo centro comunitario de Casa Aztlán, el mural de inspiración azteca que se encuentra afuera de Benny’s Pizza #2, y muchos otros sitios en una lista que será actualizada.
El mapa también invita a los participantes a visitar lugares menos conocidos, como la estatua de Cuauhtémoc situada afuera de la Academia Comunitaria Benito Juárez; la estatua de quince pies de altura del mismo Benito Juárez, el primer presidente indígena de México y que está situada frente a la Avenida Michigan; la piedra de la coronación de Moctezuma II que data de 1503 y está en el Art Institute of Chicago; el mapa de Tenochtitlan del colonizador Hernán Cortés de 1524 que está en la Biblioteca Newberry; la pirámide nativa de cien pies de altura en el sitio histórico Cahokia Mounds en el sur de Illinois, y los no tan conocidos montículos ubicados en el sitio histórico estatal Kincaid Mounds.
En total, el mapa en línea destaca cuarenta y siete espacios comunitarios, instituciones locales, sitios arqueológicos y objetos históricos y/o sagrados que han sido política, económica, social, intelectual y espiritualmente formativos para los migrantes que son originarios o que viajaron a través de lo que ahora se conoce como México, y que se establecieron en Chicago.
El mapa es un proyecto continuo que identifica la manera en la que Tenochtitlan y Chicago establecen un diálogo a través del tiempo y el espacio. El mapa de Chicagotlan no pretende ser una lista exhaustiva, sino una invitación a contextualizar la caída de Tenochtitlan, los vínculos entre Chicago y la capital mexicana, y el proyecto en curso de la colonización de las Américas.
Chicagotlan pregunta y cuestiona: ¿Cuáles son las historias que vinculan las geografías de Chicago y Tenochtitlan? Por ejemplo, ¿Cómo fue que la piedra de la coronación de Moctezuma II, sin duda sagrada y una pieza de la historia viva de los pueblos originarios del Valle de México, está en un museo de Chicago? El sitio web del Art Institute indica que se la compraron al Time Museum de Rockford, Illinois en 1990, que a su vez, la adquirió de una galería privada en Los Ángeles en 1971. Pero, ¿cómo fue que en 1971 la piedra de la coronación fue a parar a Los Ángeles?
También invita a los participantes a contemplar las formas en las que los pueblos originarios de las Américas y sus descendientes se han resistido a la colonización. Para ello, destacamos el Jardín de las Primeras Naciones en Albany Park, creado por el Consejo Juvenil de Chi-Nations en la primavera de 2019 en tierras de propiedad pública. El jardín, cuya acera está decorada con una serie de murales que se basan en símbolos e iconografía mexicas, representa la resistencia a la colonización liderada por los indígenas y el fomento a las demandas indígenas del movimiento de repatriación de tierras “Land Back”.
Al explorar los recursos existentes de Chicago, los residentes de la ciudad pueden comprender mejor la historia y el legado que perdura de la capital azteca.
Los eventos de Chicagotlan: Tenochtitlan en Chicago tienen lugar el jueves 12 de agosto, el viernes 13 de agosto y el domingo 15 de agosto. Son gratuitos y abiertos al público. Para más información e inscribirse al evento del 13 de agosto —que es requisito— visita chicagotlan.org.
Carlos Ramírez-Rosa es el concejal del distrito 35. Ismael Cuevas Jr. tiene una maestría en estudios mexicoamericanos y latinos por la Universidad de Texas en Austin. Ambos son miembros del Comité Organizador de Chicagotlan, y ambos han contribuido anteriormente al Weekly.