La nube de polvo resultado de la demolición de la chimenea de la extinta planta Crawford, ubicada en la esquina de la calle 35 y Pulaski Rd. Credit: Alejandro Reyes

Originally published on April 28, 2020, in English

Traducido por Jacqueline Serrato y Gisela Orozco

Residentes del barrio de La Villita comparten sus testimonios de lo que vivieron cuando el pasado 11 de abril se demolió la chimenea de la antigua planta de carbón Crawford, ubicada en la calle 35 y Pulaski Rd.

Esto ocasionó una nube de polvo que se esparció en el barrio y que según concluyeron la Municipalidad y la Agencia de Protección Ambiental de EEUU (EPA por sus siglas en inglés), no causó “riesgos aparentes para la salud”. Esta es una colaboración del South Side Weekly con “La Villita, Chicago”, la página comunitaria en Facebook codirigida por la autora de este artículo. No se proporcionan los nombres completos para proteger la privacidad de las personas afectadas y los comentarios en inglés se tradujeron al español. Si usted o algún conocido desea compartir su experiencia, favor de enviarnos un mensaje de voz al (773) 295-0206.

Reflexiones sobre la implosión

José: No fueron nada tontos. ¿La tumbaron un día que el viento iba de sur a norte? Esto fue para que el polvo cayera aquí en el barrio latino y en North Lawndale, un barrio de los afroamericanos. ¿Por qué no la tumbaron cuando los vientos soplaban de norte a sur?. (11 de abril, 2020)

Daniel: El polvo vino hasta aquí. Estaba afuera en mi callejón cuando escuché el ruido y miré hacia el sur, justo cuando se derribó la chimenea. Después de eso pude ver partículas brillantes volando en el aire, lo bueno es que llevaba mi máscara puesta. (12 de abril, 2020)

Cecilia: Le exigimos a los concejales y representantes de la ciudad y del estado que luchen por la gente de la comunidad de La Villita porque es su trabajo y su responsabilidad hacerlo. No le han dado seguimiento a este proyecto y no les importó la salud de la gente. ¡Realizaron la implosión a lo pendejo! El polvo tóxico ahora cubre las casas, los árboles y el aire que respira la gente. ¡El polvo no sólo está en el exterior, si no también entra a las casas por los ductos y ventanas, envenenando a la gente!. Todos los responsables de este ataque en contra de nuestra comunidad deben pagar. (12 de abril, 2020)

Brenda: El tiempo de notificación fue insuficiente. La página del concejal no envió aviso hasta el día anterior a las 2 de la tarde y decidió abordar este tema hoy a las 5 de la tarde después de que ocurrió la demolición y el polvo se está asentando en los pulmones de nuestra comunidad. Usualmente se utiliza agua para contener el polvo durante proyectos como estos y este no fue el caso. También fue completamente irresponsable llevar a cabo este trabajo en medio de una pandemia mundial que afecta al sistema respiratorio. Los pulmones de nuestra gente han estado bajo ataques constantes. Primero cuando la planta de carbón estaba funcionando, luego por el aumento de la contaminación de la industria, seguido por el virus Covid-19 y ahora suman este ataque a la salud de nuestra comunidad. (11 de abril, 2020)

Ruby: Porque es un edificio viejo y posiblemente tenía asbesto, el polvo tenía que ser contenido por los bomberos para que no se esparciera en la comunidad, especialmente porque La Villita es unos de los lugares con más casos de diagnósticos de asma y eso puede afectar a las personas que ya tienen problemas respiratorios, y no podrán ser atendidas en el hospital adecuadamente porque su primera preocupación son pacientes con síntomas del Covid-19. Esa es la razón por la que la gente está preocupada y está enojada, si fuera Schaumburg o una comunidad anglosajona, se hubiese visto a docenas de bomberos asegurándose que el polvo no se esparciera a la comunidad. Pero como siempre, chingan a la gente pobre porque entre nosotros nos fregamos cuando deberíamos unirnos para que nuestras comunidades sean un lugar adecuado para vivir. (11 de abril, 2020). 

Jefe: ¿Por qué la compañía multimillonaria no usó un sistema apropiado de supresión de polvo? Especialmente durante una pandemia (respiratoria). ¡Eso es una estupidez! Esa compañía necesita ser demandada A LO GRANDE. Esto no se habría permitido en el norte o cualquier otro vecindario que no fuera de minorías. Tenemos que presentar una demanda colectiva. (11 de abril, 2020)

Ramón: Después de lo que hicieron, esta es nuestra comunidad, ¿por qué debemos dejar que construyan algo que no va a beneficiarnos? Pidamos que se construya en ese lugar un parque o un edificio que nos beneficie. (13 de abril, 2020)

Una muerto luego de ‘la polvadera’

Efraín: Fernando Cantú falleció en la madrugada del Domingo de Pascua, a las tres de la mañana, poco después de la demolición de la chimenea de la central eléctrica de Crawford, por lo que creemos esa podría ser la causa principal de su muerte. Salió al jardín de su casa la tarde del sábado y en la madrugada del domingo ya estaba muerto. Tenía 78 años y sufría de asma y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (COPD por sus siglas en inglés), pero llevaba una vida normal y su muerte fue muy abrupta. (14 de abril, 2020)

Elisa: Me da mucha tristeza saber que ya no está con nosotros; era un señor muy amable y se llevaba bien con todos. Siempre saludaba a todos y a mi papá le gustaba platicar con él. Vivió por ahí muchos años, me imagino era muy querido por todos los vecinos. Que en paz descanse. Mi más sentido pésame a la familia. (14 de abril, 2020)

Howard: Al señor Cantú le encantaba salir a su hermoso patio y caminar temprano cada mañana, incluida la mañana de la tormenta del polvo mortal. Fue una persona maravillosa; lo conocí de años, tanto como su médico como su vecino. Que descanse en paz junto a nuestro hermano Reynaldo Grimaldo, otro vecino de La Villita y trabajador de demolición, quien cayó y murió en el sitio de HILCO. (12 de abril, 2020)

Dolor y problemas respiratorios

Leticia: El día de la explosión, salí a tirar la basura y olía a mucho polvo y como a algo quemado. Desde entonces siento la garganta reseca y me arden y me lloran mucho los ojos. Cada vez que salgo a tirar la basura o a barrer el patio, me pasa lo mismo y cuando entro a la casa me sigue dando mucha comezón en la garganta e igualmente los ojos me siguen llorando. No sé si alguien podría ayudarme o que me digan a dónde puedo ir para que me revisen. (24 de abril, 2020)

Marta: El día que derribaron la chimenea del edificio de Crawford, mi hija y yo despertamos a medianoche y el interior de nuestra nariz tenía una capa negra. La niña amaneció con dolor de cabeza, me decía que le dolía mucho; hasta la fecha me dice que le duele, pero no igual de fuerte. (24 de abril, 2020)

Robert: Poco tiempo después de la demolición, mi papá comenzó a sufrir ataques de tos. Hemos ido al doctor y le han dicho que tiene bronquitis. Ha faltado varios días al trabajo debido a esto y aun estamos a la espera de que sus ataques de tos desaparezcan. (24 de abril, 2020)

Dalia: Desde hace semanas empecé a sentir que me dolía mucho el pecho. Sufro de asma, uso inhalador. Siento que me falta el aire y hace años que no me pasaba esto. Para mi mala suerte, ese día que pasó eso, yo no sabía y fui de compras y sin saber me expuse. A partir de ese día de la demolición empecé con los síntomas. El lunes tengo la cita con el doctor para ir para que me proporcione el inhalador y me haga un examen médico. (25 de abril, 2020)

Alfredo: Después de ese día mi hijo se enfermó. Le dio asma, tenía la nariz congestionada. No está bien lo que hicieron, nosotros no supimos que iban a hacer [la demolición], nadie nos avisó. (25 de abril, 2020)

Claudia: Desde entonces tengo dolor de cabeza y en un ojo, y ese día no podía respirar. No padezco de asma ni de ninguna enfermedad respiratoria. Luego de lo que pasó, me costaba tanto respirar que le pedí prestado un humidificador a un familiar. Hasta como las 10 o 11 pm de ese día, comencé a sentir que entraba aire más limpio. Desde entonces tengo dolor que no se controla, incluso ya me terminé un pomo de medicina. (27 de abril, 2020)

Jessica: Tengo a familiares que se están muriendo en el hospital porque no pueden respirar. Vivo cerca del lugar de la demolición y en este momento todos en mi familia tenemos el virus de COVID-19. (27 de abril, 2020)

María: Vivimos cerca del área donde pasó la demolición. Padezco asma y desde ese día me siento muy mal. Incluso el doctor me recetó más medicamentos ya que también sufro de alergias. Mi esposo también fue al hospital porque no podía respirar y resultó que tenía congestión de la garganta. Le hicieron la prueba de COVID-19 y dio negativa, solamente padece los efectos del polvo. (28 de abril, 2020)

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Jacqueline Serrato es la editora en jefe de South Side Weekly. Su artículo más reciente fue sobre la expansión del programa de estampillas de alimentos durante COVID-19 en Illinois.

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